Durante las últimas décadas la dificultad para lograr el embarazo ha aumentado a nivel mundial. Este hecho se encuentra relacionado a diversos cambios en el estilo de vida. Por un lado, el diferimiento en la edad de búsqueda del embarazo, con la repercusión en la calidad de las células reproductivas y, por otra parte, cada vez hay más estudios que confirman el daño que genera la exposición a ciertos productos de consumo cuya producción se incrementó en los últimos años.1
Desde la revolución industrial hasta la actualidad, hubo una producción masiva con liberación al medio ambiente de diversos compuestos químicos. En 1962, Rachel Carson fue la primera en publicar sobre los efectos de los pesticidas en el medio ambiente, atribuyendo a la industria química la creciente contaminación con impacto en distintas especies animales.2
Años más tarde, a estos compuestos químicos presentes en el medio ambiente, y en diversos productos de consumo, se los tituló “Disruptores endócrinos”. Ingresan al organismo tanto por lo que comemos, bebemos, inhalamos, o incluso a través de la piel; como también durante el embarazo por medio de la placenta o lactancia materna, interviniendo en el funcionamiento de las hormonas, que son sustancias que regulan la actividad de muchos otros órganos. Pueden provocar consecuencias en el corto o largo plazo en la salud del individuo expuesto o de su descendencia.3
Dos aspectos negativos a destacar: la mayoría son sustancias que no se degradan fácilmente, permaneciendo en el medio ambiente durante años, por lo que más allá de que algunos productos fueron prohibidos pueden seguir generando daño; y son bioacumulativos, por lo que los animales que se encuentran en los niveles superiores de la cadena alimentaria acumulan progresivamente estos contaminantes.4
Algunas de las sustancias conocidas y de uso cotidiano que actúan como disruptores endócrinos son los pesticidas, fungicidas, conservantes, plásticos, algunos productos para limpieza del hogar e higiene personal (parabenos, bisfenoles, ftalatos), los materiales para la construcción y decoración (metales pesados, pinturas), electrodomésticos y aparatos electrónicos.
Se asocia a los disruptores endócrinos con alteraciones del sistema reproductor como infertilidad, malformaciones, pubertad precoz; como también con otras patologías como cánceres, enfermedades neurológicas, y enfermedades metabólicas.4
A nivel de la reproducción femenina se los relaciona con disminución de la reserva ovárica como con patologías como el síndrome de ovario poliquístico y la endometriosis, que afectan la fertilidad.5
En lo que respecta al aparato reproductor masculino se los asocia con disminución en la calidad del semen y con retraso en el tiempo de concepción.6
En resumen, el aumento de la dificultad para concebir se vincula con cambios en el estilo de vida que incluye la exposición a disruptores endócrinos. Para contrarrestar estos efectos negativos, es esencial adoptar hábitos de vida saludables y tomar medidas para reducir la exposición a sustancias perjudiciales, promoviendo la concienciación y prácticas sostenibles. La preservación de la salud reproductiva requiere una acción proactiva y consciente para asegurar un futuro más saludable.
En tal sentido y desde mi experiencia como médica especialista en fertilidad, recomiendo:
- no usar pesticidas, usar cebos y trampas en lugar de aerosoles o polvos de veneno;
- elegir productos de limpieza naturales como el vinagre, limón y bicarbonato;
- lavar la ropa nueva antes de usarla, evitar la ropa con plastificados;
- comer saludablemente, considerando:
- reducir o evitar alimentos ultraprocesados, en lo posible elegir que sean orgánicos para disminuir la exposición a pesticidas;
- pelar las frutas y verduras, ya que la mayoría de los plaguicidas se concentran en la cáscara;
- reducir o evitar las comidas enlatadas, por el recubrimiento interno de la lata con bisfenol A;
- tener en cuenta que algunos pescados pueden estar contaminados con mercurio;
- obviar el plástico cuando sea posible:
- optar por los plásticos seguros (códigos 1, 2, 4 y 5) y evitar artículos de policarbonato o polivinilo y poliestireno (códigos 3, 6 y 7, respectivamente);
- no colocar alimentos o bebidas calientes en recipientes de plástico;
- evitar la exposición de botellas de plástico al sol;
- no ingerir alimentos que estén envasados con film de PVC.
Finalmente, reflexionemos sobre la vida previa a las intervenciones humanas, algunas cruciales para el desarrollo y el bienestar, pero otras menos beneficiosas y todas con consecuencias. A lo largo del tiempo, nuestros hábitos han evolucionado en busca de comodidad y para adaptarnos a nuestro acelerado ritmo de vida. Sin embargo, al tomar plena conciencia del perjuicio que muchos de estos productos pueden tener en nuestra salud y la de las futuras generaciones, es posible reconsiderar y ajustar algunos de nuestros comportamientos.
Referencias
1 “Crain DA, Janssen SJ, Edwards TM, et al. Female reproductive disorders: the roles of endocrine-disrupting compounds and developmental timing. Fertil Steril. 2008.” n.d.
2 Murphy, Priscilla Coit, What A Book Can Do: The Publication and Reception of Silent Spring, University of Massachusetts Press, 2005, ISBN 1-55849-476-6. n.d.
3 Disruptores endocrinos: Guía de reconocimiento, acciones y recomendaciones para el manejo médico rev argent endocrinol metab. 2017;54(4):151–159 www.elsevier.es/raem REVISTA ARGENTINA DE ENDOCRINOLOGÍA YMETABOLIS. n.d.
4 “Gore AC, Chappell VA, Fenton SE, Flaws JA, Nadal A, Prins GS, Toppari J, Zoeller RT. Executive Summary to EDC-2: The Endocrine Society’s Second Scientific Statement on Endocrine-Disrupting Chemicals. Endocr Rev. 2015 Dec;36(6):593-602. doi: 10.1210/er.2015.” n.d.
5 “Evi M.L. Petro, Jo L.M.R. Leroy, Adrian Covaci, Erik Fransen, Diane De Neubourg, Alin C. Dirtu, Ingrid De Pauw, Peter E.J. Bols, Endocrine-disrupting chemicals in human follicular fluid impair in vitro oocyte developmental competence, Human Reproduction, V.” n.d.
6 Levine H, Jørgensen N, Martino-Andrade A, Mendiola J, Weksler-Derri D, Mindlis I, Pinotti R, Swan SH. Temporal trends in sperm count: a systematic review and meta-regression analysis. Hum Reprod Update. 2017 Nov 1;23(6):646-659. doi: 10.1093/humupd/dmx022. PMID: 28981654; PMCID: PMC6455044.