Copyright © Ferring Productos Farmacéuticos SpA.

Estrés y Fertilidad

Cada vez que hablamos sobre infertilidad, reconocemos tácitamente que es un problema estresante en quien lo padece. Nadie consulta feliz a un centro de fertildad. Sin embargo, no siempre hacemos el esfuerzo adecuado en comprender la magnitud que ese grado de estrés está generando en el círculo vicioso que produce más y más dificultad para lograr el tan ansiado sueño del embarazo.

¿Y si te cuento que no solo la infertilidad genera estrés, sino que también el estrés provoca dificultad para concebir?

Todo proceso biológico genera una acción buscada y un efecto colateral en el organismo. Dentro de estos efectos colaterales se destacan la producción de calor (Cuando corremos movemos los músculos y como efecto colateral producimos liberación de energía en forma de calor, por ejemplo) y la producción de radicales oxidativos, un conjunto de moléculas de desecho que deben ser rápidamente barridas del organismo (como todo desecho) para evitar que generen daños a los mismos tejidos donde fueron generadas, y a tejidos vecinos que nada tienen que ver con su producción.

Estos radicales libres son la causa principal del envejecimiento de nuestro organismo, es decir que a medida que nuestras células trabajan, producen desechos que provocan, en parte, su envejecimiento.

Los ovarios y el útero de la mujer, y los testículos del hombre, son órganos en los cuales esta fabricación de radicales oxidativos (estrés molecular) y su acumulación posterior pueden provocar disfunción de estos. Es decir, una dificultad progresiva de cumplir con su objetivo de perpetuar la genética de la especie (De lograr el embarazo buscado).

Existen además sistemas biológicos complejos, tanto hormonales como neuro-eléctricos que comunican señales de estrés al resto del organismo, preparándolo así para situaciones en las cuales todo el cuerpo debe estar listo para la batalla. Cuando esto se sostiene por un corto período de tiempo, la misión se cumple con éxito (Despertarnos por la mañana es una situación de estrés, donde diferentes hormonas como la prolactina y el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina, ejercen su efecto para prepararnos para el día que comienza, luego de una noche de descanso físico y mental). Pero cuando este proceso pro-estrés se sostiene de manera crónica en el tiempo, las consecuencias están ya a la vista.

Por otra parte, existen fenómenos emocionales que favorecen la activación de nuestros sistemas biológicos pro-estrés. Diferentes estados de angustia y ansiedad despiertan la activación de los centros neuronales del estrés y estimulan la liberación de hormonas, que ninguna función biológica deberían estar cumpliendo en ese momento. La ansiedad de saber si lograremos en este tratamiento el embarazo deseado puede sobreactivar la liberación de cortisol nocturno y desfavorecer un adecuado proceso de descanso: liberar cortisol para levantarnos es adecuado; liberarlo para dormir, no. De este modo, el estrés emocional se conecta de manera directa con el estrés físico, generando liberación de radicales oxidativos en la mayoría de los tejidos, que luego se ven alterados en su función por este disbalance.

¿Cuánto hacemos para medir este estado de estrés en el que estamos diariamente y cuánto para resolverlo? En las personas que buscan ayuda para lograr un embarazo comprender esta situación y tratarla en tiempo y forma puede ser una de las claves que permita cumplir ese sueño tan anhelado.

¿Te han explicado alguna vez esto? ¿Te han valorado el estado de estrés durante el proceso de búsqueda de embarazo?

Poder Fertilidad cara para web medicos edited

Dr. Almoño

Especialista en Ginecología

Especialista en Medicina de la Reproducción

Especialista en Endocrinología

Referencias:

  1. Antioxidants 2023, 12, 1490. https://doi.org/10.3390/antiox12081490
  2. Mater Sociomed. 2021 Mar; 33(1): 60-64

Usamos Cookies para mejorar tu experiencia en este sitio web. 

Elige tu país